Una década del ‘otro mundo’

La antiglobalización cumple 10 años en plena lucha contra la crisis

Marta Rodríguez | ADN

El cambio de siglo cogió a contrapié a más de un dirigente político y económico con el surgimiento de un gran movimiento que, en 1999, se bautizó como antiglobalización.

La ciudad de Seattle (EEUU) acogió la reunión de la Organización Mundial del Comercio que pasó a la historia como el alumbramiento de una red amplia y variopinta que enarbolaba la pancarta de que otro mundo es posible. La antiglobalización, la alterglobalización o el altermundismo son otros nombres con los que se conoce un movimiento que aglutina a feministas, sindicalistas y ecologistas.

El cajón de sastre ideológico cumple 10 años y sigue presente en cualquier cumbre que se precie. “La crisis ha dado la razón a estos movimientos y pone en evidencia como el capitalismo y el neoliberalismo son incompatibles con el desarrollo”, dice EstherVivas, autora de Resistencias globales. De Seattle a la crisis de Wall Street (Editorial Popular, 2009).

Los atentados del 11-S atemorizaron a una sociedad criada en la abundancia y que se descubrió vulnerable. Los antiglobalización advirtieron de que la situación requería de un contrapunto y el movimiento se “reorientó” en contra de la guerra de Irak, apunta Vivas.

Ahora, con la caída de la economía mundial, el movimiento ha encontrado otro filón.  Fracasado el modelo capitalista, apuesta por imponer un nuevo orden con la bandera de la abolición de la deuda externa, la soberanía alimentaria o la nacionalización de la banca.

En diez años el mundo ha cambiado y han surgido liderazgos esperanzadores como el del presidente de EEUU, Barack Obama. Eso sí, como en Seattle, las cumbres se cierran sin grandes acuerdos.